¿Estamos en el Ocaso de las miniseries británicas?

Uno de los privilegios de vivir en Inglaterra y en una ciudad como Manchester es que puedes acudir a escuchar a verdaderos genios sobre sus trabajos y también a aquellos que los hacen posible.

el otro día tuve la suerte de sentarme, libreta en mano para contároslo después, en una charla con Patrick Spence, productor de algunos de los éxitos de la pequeña pantalla británica como adult Material, The A Word, un esía entre amigos y de manera más famosa Peaky Blinders, Wolf Hall y Mr. Bates contra correos.

Por supuesto en la charla salió el tema de conversación de Adolescencia y los más de 96 millones de espectadores que lleva en Netflix y cómo ha sido apodada la “Mr. Bates del 2025”

Para refrescar al que no me siga, Mr Bates contra Correos era una serie de 4 episodios sobre un fallo en un programa de ordenador que provocó que los dueños de franquicias de distintas compañías de correos tuvieran deudas millonarias con el estado sin que esto fuera real. Esta injusticia ni siquiera se había resuelto propiamente hasta que la serie la puso en la opinión pública y ésta en el parlamento para por fin iniciar los cambios necesarios.

Sin embargo me sorprendió mucho escuchar a su productor decir que a pesar de la revuelta social de la serie y a pesar de las seis nominaciones a los Bafta la serie ha perdido cerca de un millón de libras y que el personalmente y a pesar del éxito, ahora mismo no se embarcaría en producirla porque uno está en un negocio para ganar dinero.

LAs razones según el creador es que ya no hay la suficiente gente viendo la televisión lineal y por eso los canales de televisión no buscan este tipo de dramas británicos de 4 o 6 episodios sino programas más baratos de mayor recorrido que atraigan al consumidor a sentarse frente la pantalla. De ahí que el contenido británico más relevante lo haya realizado Netflix con Toxic Town, Adolescente y no nos olvidemos de Mi Reno de peluche el año pasado. Series que en otros tiempos se habrían producido por las grandes cadenas como la BBC, ITV o Channel 4.

Patrick Spence también hablaba sobre cómo los presupuestos se han disparado. La gente se ha acostumbrado a un nivel de calidad en la televisión equiparable al cine y cuando se le da menos que ese listón, simplemente lo rechaza. Este nivel de calidad viene con un precio obviamente.

Según sus datos, un programa de estas características hace unos años costaba alrededor del millón de libras, dinero que salía de las cadenas y de ayudas del estado a la producción de estas historias. Ahora cuestan los más baratos entre 1.8 millones y 2.5 millones, y según él algunos episodios de series como Peaky Blinders o Line of duty llegan al millón de libras por episodio. No solo por la subida en calidad sino también porque a mayor demanda los equipos de producción, iluminación, talento creativo… han subido sus precios de manera desbordada.

Todo este dinero tiene que salir de alguna parte y lo hace de productores e inversores como las plataformas de streaming, según él, el problema es que estas plataformas exigen que el programa tenga una temática fácil de exportar y si es posible, a la hora de adelantar el dinero ya firman que estas series limitadas tengan continuación en caso de rentabilidad. De ahí que estemos escuchando de la secuela de Adolescencia.

Para algunas series esto viene de fábrica pero para otras historias, como la de Mr Bates contra correos provoca que simplemente no se realicen. Spencer hablaba sobre lo imposible de exportar Mr Bates contra correos a muchos países y que ninguno lo ha emitido en televisión lineal sino en plataformas especializadas que pagan mucho menos por los derechos y ha señalado la durísima tarea que le ha supuesto levantar la segunda parte de Wolf Hall, casi 9 años de lucha y presupuestos y únicamente se ha hecho recortando en vestuario, exteriores y Mark Rylance rebajando su salario.

Los número le dan la razón y es que las miniseries de 4 o 6 capítulos de temática social británica están cayendo a pasos agigantados mientras cada vez se encargan más series o True Crimes de mayor duración. Para Patrick Spencer, concluía diciendo que si dejamos que las plataformas sean las que creen estas historias y que se tenga que hacer todo exportable y homogéneo significa que la era dorada de la pequeña pantalla ha pasado y volveremos a los procedimentales homogéneos, que él personalmente ha perdido años de salud con producciones realmente exitosas a nivel crítico y social y que ahora prefiere ceder ante el sistema que luchar contra él.

Un mensaje de alguien de dentro que nos hace reflexionar sobre la industria británica en medio de uno de sus momentos de mayor éxito mediático internacional aunque parezca que solo sea un espejismo.

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