La Franquicia tiene todo sobre papel para ser la sátira del año, en este caso centrada en el mundo del cine y ubicada en el rodaje de una película de superhéroes que suena mucho a Marvel/DC.
En este entorno toda la franquicia se ve en problemas y pone patas arriba a productores, asistentes, ejecutivos y un director de renombre europeo que se toma muy en serio (el siempre excelente Daniel Brühl).
La serie además viene con pedigree por parte de los productores de Veep, la muerte de Stalin y un piloto dirigido ni más ni menos que por Sam Mendes, oscarizado director de American Beauty, 1917 o Skyfall.
Las apuestas no pueden estar más altas y en términos generales las cumple. Es lo suficientemente loca, lo suficientemente bien enmarcada y con personajes reconocibles que puede dar mucho de sí. Sin embargo Avenue 5 también lo parecía y nunca se materializó. También es cierto que la parte de la sátira no termina de estar lo suficientemente desarrollado y sus piezas no están tan bien limadas como en “Veep” por poner un ejemplo.
Los actores están todos excelentes, mención especial a Richard E. Grant con los mejores momentos como un antiguo actor de renombre que no quiere estar ahí y no deja de recordar a todo el mundo que él ha sido un grande del teatro.
Resumiendo, la Franquicia es un piloto recomendable y prometedor, podía estar más afinado pero no termina por desentonar. El universo que quiere construir tiene una promesa firme, pero nos faltapor ver si todo ese caos consigue una buena batuta sobre la que sostenerse o nos tendremos que conformar con las piezas. De momento tiene mi atención para seguir con ella.