Outlander 7×07 — A Practical Guide for Time-Travelers

RECAP OUTLANDER 7×07 — A Practical Guide for Time-Travelers

Este capítulo ha sido especialmente cargado de pesadumbre en el ambiente. Quizás sea porque escuchar la sintonía con Sinead O’Connor adquiere otra dimensión ahora.

Comencemos con la trama del pasado y hablemos sobre Claire y Jamie, quienes han tenido menos protagonismo en este episodio. Claire ya sabe que el bando continental ganará la guerra, pero también es consciente de que habrá carnicería y pérdidas, como en cualquier conflicto bélico. Además, Jamie, más preocupado que ella, quiere elevar sus niveles de ansiedad al máximo.

Claire ha estado sufriendo sin cesar esta temporada, desde que lloraba por dejar Fraser’s Ridge. Es una mujer al borde de un ataque de nervios, y en este capítulo, sus dos escenas reflejan precisamente eso.

En cuanto a William, el enfoque se ha centrado más en él. Su trama me resultó poco interesante; tuve que ver algunos segmentos tres veces porque prefería resolver un sudoku antes que seguir su historia. Pero al menos, todas sus teorías sobre la violencia finalmente se ponen en práctica.

William quiere luchar y va a ver a los Fraser para unirse al bando, la cara de Jamie lo dice todo, sabe que no hay refuerzos y que su hijo está destinado a morir o a sufrir traumas.

William experimenta la realidad de la guerra y se da cuenta de que lidiar con ella no es tan emocionante como lo imaginaba. Es como aquellos que votaron por el Brexit, pensaron que obtendrían lo que querían, pero al final no fue así.

En cuanto a la trama en los años 80, Bree parece estar triste durante toda la temporada, siguiendo el ritmo de las cartas de su madre. Lee tranquilamente mientras el nuckleavee acecha la casa. Luego, Roger nos presenta a William Buckley Mackenzie, y a todos nos deja un poco indiferentes.

Si bien la revelación de la semana pasada fue un fracaso, mencionar su nombre tampoco ayuda mucho. Resulta que este es el hombre que hizo que colgaran a Roger por estar coqueteando con su esposa.

Este hombre ha viajado en el tiempo porque podía escuchar a las piedras, las tocó y se encontró perdido hasta que vio a Roger en Inverness y lo siguió hasta Lallybroch. Pero me pregunto, ¿por qué no volvió a las piedras para viajar de nuevo? Todo esto es un poco casualidad y conveniencia, ¿no creen?

Brianna desconfía de él porque es un extraño y Roger, en cambio, lo acepta como parte de la familia, después de todo, es su ancestro. Roger se da cuenta de que este hombre debería morir en 1778, el año en que viajó. Entonces, o Buck regresa y muere enseguida, o nunca regresa y lo dan por muerto. De cualquier manera, su tiempo con su familia está limitado.

Mientras tanto, Rob llega a visitarlos, aparentemente para ligar con Roger, y le pide ir a ver “himnos gaélicos”. Para aquellos que entienden el código gay, esto es una metáfora utilizada para tener sexo duro. En fin, parece que entre Rob y Roger hay cierta química.

Jemmy pertenece al “tufty club”, y aunque la situación parece extraña, al menos tiene un amigo del pasado, un monstruo que viene de otro tiempo.

El día siguiente, Brianna lleva a Buck a su trabajo por alguna razón forzada, y Roger dice que no puede llevarlo a la escuela. En medio de esto, Buck advierte a Roger sobre las señales de que Rob está tratando de ligar con Brianna.

Roger, en un ataque de celos, tiene una larga y aburrida escena de sexo con Brianna después de que ella menciona a Rob desnudo. Entre tanto tiki taka, son despertados por Mandy, quien ya no siente la conexión psíquica con su hermano. Comienzan a sospechar que Rob ha intentado viajar en el tiempo con Jemmy.

Finalmente, Rob y Jemmy han viajado en el tiempo. Ahora veremos a Roger cumplir su sueño de escapar con su amante y tener un hijo.

Solo nos queda un capítulo para terminar esta mitad.

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