Algunas veces y prácticamente de la nada surge una serie que se nota que está hecha con el corazón, que se siente que es una historia personal de su creador y que todos los involucrados están ahí porque realmente creen en el proyecto.
Muchas veces estas series tienen muy buenas ideas y muy buen corazón pero les falta técnica y rodaje para estar completamente formadas, incluso muchas de las grandes comedias de nuestro tiempo como “Parks and Recreation” necesitan algunos capítulos para conseguir que todo caiga en lugar.
Sin embargo está el “rara avis” de una serie unicornio, esa serie que desde el principio te arropa y que encima funciona a risas por minuto. Fleabag es el ejemplo más claro de estas series Unicornio, Big Boys es una nueva que apuntar a esa lista porque estamos ante una producción increíblemente redonda y cargada de corazón, sentido, propósito y que encima es increíblemente divertida desde el comienzo.
Jack Rooke está detrás de esta historia semibiográfica sobre un chico de clase obrera que es el primero de su familia en ir a la universidad y que trabará una amistad con un veterano de la misma, Danny. Esa relación de los dos protagonistas es la clave de un tono que nunca pierde el rumbo y que habla de cosas tan serias como la pérdida de un padre, el duelo, la importancia de la familia escogida, el alcoholismo, la depresión, la demencia senil en un familiar, prejuicios de la comunidad LGBT… La serie toca todos esos temas y lo hace de una forma sincera, honesta, sin juzgar y sin perder la comedia en ningún momento.
Se nota que su creador Jack Rooke, que ejerce de narrador de la serie, se ha tomado su tiempo en trabajar y mimar a estos personajes para que transmitan esa calidez y ese aire de nostalgia de media sonrisa que impregna el metraje. Una serie que arranca con tanta franqueza como su primera linea “Es una mierda. Cuando solo tiene 57 años y es tu padre y además es el único que tienes”
Esa amistad entre dos hombres que cada vez vemos menos en televisión y además sin ningún prejuicio sobre la masculinidad me ha recordado a Scrubs, solo que aquí está además desarrollada de una manera en que uno es homosexual y el otro heterosexual y muy pocas veces hemos visto eso en pantalla con tanta naturalidad.
A mayores la serie está plagada de referencias constantes a la cultura popular sin que nunca parezca petulante o te plantees que la gente no habla así. La serie es sincera y certera con una naturalidad que puede recordar a Sex Education.
En resumen Big Boys es una de las mejores series recientes, con algunos de los mejores personajes de la pequeña pantalla y que sabe hacer reír constantemente sin perder un tono conseguidísimo y que además, en el momento más inesperado sabe taladrar por completo el corazón y dejarte un agujero en el que se quedará para siempre.
Big Boys está en Filmin tiene dos temporadas de seis episodios de los que he visto todos a la hora de hacer esta reseña