Crítica de La Pasión turca (2024) de Atresmedia, episodios vistos a la hora de la reseña 1 de 6.
Hace tiempo que Antena 3 se ha convertido en teleturquía, con novelas orientadas a un corte de ama de casa tradicional que es, seamos sinceros, el público potencial que ve televisión de manera lineal.
Tras hacer sus propias adaptaciones de series originales del país, estaba al caer la adaptación de la novela más famosa de nuestro Antonio Gala, “La pasión turca” el bestselller que ya llevó a las pantallas Vicente Aranda en 1993 con Ana Belén de protagonista y que el propio Gala defenestró pero que consiguió 12 nominaciones a los Goya y (probablemente) el mayor éxito cinematográfico de la cantante convertida en actriz.
Con estos credenciales, es lógico que Antena 3 quisiera llevar la novela a la pequeña pantalla y han cambiado a la mujer casada y aburrida de su vida matrimonial por una estudiante de arte bizantino que se marcha a Estambul a estudiar para su plaza en la universidad. Ya sabes, unos van ala biblioteca y otras a un apartamento en Turquía con vistas que quitan el sentido. Un cambio que afecta a todo lo que viene después y que hacen de esta producción un absoluto despropósito que le pone en línea para ser la peor serie de 2024.
Cuando la chica va a volver a su vida normal conoce a Yaman que le llevará a la perdición, porque claro, la serie ya se encarga de empezar con ella en una sala de hospital investigada por un misterio que descubriremos. Ese modelo de empezar la serie por el tejado y luego construirla. Ese modelo que me hace poner los ojos en blanco.
El problema es que no será la última vez que lo haga porque las creadoras de la serie han hecho una serie tan marca blanca, tan accesible, tan plagada de clichés que muchas veces parece que uno está viendo “Valeria” en un capítulo que se va de vacaciones a Turquía.
Todas las escenas de las amigas al principio de la serie son la cosa más imposible, sobreactuada y obvia que he visto en mucho tiempo “Búscate una pasión turca” le dice una “eres guapísima” le dice otra y yo me las imaginaba terminando cada frase con “jo tía”.
Cuando ya estaba al punto del colapso se van a una discoteca en Estambul y suena reggeaton. Pregunta a Irene Rodríguez y Esther Morales, creadoras de este engendero, ¿para qué haces una serie en Estambul cuyo título lleva “turca” si podría estar ambientada perfectamente en malasaña?
Después de esto la cosa va a peor. El personaje protagonista entendido como una mujer inteligente y con un futuro brillante se empieza a comportar como una absoluta subnormal. Incluso aunque todo le grita que se vaya de allí y él le dice que deje de opinar ella dice “no me vas a decir de lo que opino”
Chica, le has conocido antes de ayer, te ha intentado estafar, te ha metido en mil problemas y sin embargo sigue yendo y dejando todo detrás por un turco que encima es un error de casting increíble. Porque si la serie es tan superficial como es, al menos da carnaza y no que la química entre los actores recuerda a frigorífico y las escenas de sexo son lo más recatado y menos transgresor del mundo. Hay más pasión y fuego entre los Alcántara que entre estos dos.
Pero volviendo al personaje por el que se supone que te tienes que interesar, ¿tan mal están las universidades españolas como para que alguien así se saque la plaza? Es que no puedes construir un personaje como mujer fuerte y feminista para que cambie de un volantazo todo sin sentido.
Cuando llegas al final del capítulo piensas ¿qué es esto?
Como thriller no puede importar menos el caso.
Como erótico… pues mejor ver casi un capítulo de Peppa Pig.
Como romance es todo tan abrupto y sin carisma que es imposible.
Y ya como comedia de amiguis es para ahogar a todas y cada una de ellas.
“La Pasión turca” no es ni pasión ni es turca. Es una serie que parece realizada por chatgpt con el control parental encendido y encima tiene más relleno que el pavo de navidad. De hecho el pavo en inglés se llama “turkey” y es lo más parecido a ese país que vais a encontrar. Una tomadura de pelo y solo siento que Antonio Gala no esté con nosotros para arrastrar a estas creadoras como se merecen por perpetrar esta serie.