Ese abrazo que te hace sentir mejor por dentro
Heartstopper es una serie que es más que una serie, es algo que hace el mundo mejor y que el Ivo adolescente hubiera deseado que existiera. Hasta ese punto es buena e importante.
Hay un mimo y un cuidado en dotar de naturalidad y ternura a lo que es natural y tierno, y las conversaciones que ha generado entre la gente joven son necesarias para mover el mundo hacia un lugar mejor.
HeartStopper es una producción británica de Netflix que adapta la novela gráfica de Alice Oseman, un coming of age en clave LGBT en el que dos chicos descubren la amistad y el amor de la manera más natural.
La serie sigue durante 8 episodios cortos las aventuras de un grupo diverso y cómo se tienen que aceptar y convivir con sus sentimientos y sensaciones para poder encontrar la felicidad.
Una de las cosas más importantes de Heartstopper es que se trata de una serie optimista, anclada en la realidad que no es todo de color de rosa pero necesitamos estas historias positivas, porque la vida de la comunidad es celebración, y esta serie muestra que creando un espacio de respeto, y eso está en todos nosotros, se puede permitir a la gente ser feliz y expresarse. De eso va la serie.
Aún así no se olvida en ningún momento de los problemas que existen, de hecho el bullying está presente, pero es un acierto que consigue moverse con el tiempo sin olvidar los problemas pero no dar una importancia absoluta a lo negativo sobre lo positivo.
Es una serie que hace de la representación una realidad sin hablar de ella, simplemente lo muestra y ya va siendo hora de una serie en la que un personaje trans tiene una trama que no tiene que estar vinculada sobre la identidad sexual, porque una mujer trans se enamora, le rompen el corazón y vive la vida como cualquier mujer y hombre. Bravo por saber dar ese punto de integración sin hacer de ello un alarde, porque en esas edades vulnerables podamos encontrar nuestro espacio y esta serie nos muestra cómo crearlo.
En esa edad necesitamos herramientas sobre cómo comunicarse con uno mismo y cómo comunicar esos cambios hacia afuera tanto desde el punto de vista del adolescente como de los padres. La reacción de la madre de Nick es perfecta, con una Olivia Colman que engrandece todo lo que toca, pero sobre todo se une a esos instrumentos culturales a los que acercarnos para saber tratar el asunto y no convertirlo en problema.
En resumen, Heartstopper tiene muchos aciertos, es necesaria hasta el extremo pero además tiene una cosa fantástica que es el tono que logra. Es una serie que consigue que la veas con una sonrisa, y si encima a esa sonrisa le sumas que ayuda a mucha gente, pocas pegas se puede poner a un producto así.